En OrtoImplantsPremium nos gusta informaros de cómo cuidar y mantener vuestra boca en buen estado de salud ya que todos sabemos que es mejor prevenir que curar. Es por ello, que hoy os vamos a explicar un método sencillo cómo es el sellado dental para evitar futuras caries en los molares de nuestros pequeños.

Las fisuras dentales son los surcos y relieves que forman parte de la propia anatomía del diente. Las caries en estas fosas suponen entre el 80 y el 90% de todas las caries en los dientes posteriores y el 45% de los casos de caries en anteriores.

Según los datos que facilitan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 60-90% de los niños en edad escolar presentan caries.

Por esto, de ahí la radica la importancia de aplicar un correcto sellado dental de fisuras dentales en poblaciones de alto riesgo como son los niños o población con limitaciones para cepillarse correctamente.

El sellado consiste en la colocación de una resina de manera no invasiva e indolora sobre las fisuras y surcos de los dientes. Es una técnica simple que funciona como una barrera para cualquier tipo de depósito bacteriano en las zonas más susceptibles del diente y con ello imposibilitar el desarrollo de caries.

Los selladores de fosas y fisuras tienen tres efectos preventivos fundamentalmente:

  1. Obturar mecánicamente las fosas y fisuras con una resina resistente a los ácidos.
  2. Al obturar las fosas se suprime el habitad de los streptococcus mutans y otros microrganismos.
  3. Facilitan la limpieza con el cepillado dental, por lo que siempre es un método preventivo complementario del cepillado diario.

¿Con qué materiales se forman?

Existen dos tipos de selladores de fisuras:

  • Resinas: Son selladores compuestos por composite dental, el mismo material que para realizar empastes
  • Ionómeros de Vidrio. Éstos, a parte de sellar, liberan Flúor, por lo que con ellos, fortalecemos los dientes

Se recomienda utilizar la técnica del sellado después de la erupción del diente y no durante el proceso para poder sellarlo lo antes posible y evitar así la posibilidad de causar una caries en ese diente.

Se acostumbra a realizar el sellado alrededor de los 6 años ya que es cuando normalmente aparecen los primeros molares definitivos y después de los 12 años con la aparición de los segundo morales. 

La eficacia preventiva de los selladores de fisuras dependerá en gran medida de la conservación a largo plazo de los mismos.

Por ello, es necesario realizar un seguimiento periódico del paciente para comprobar el estado de los selladores y, en caso de que sea necesario, renovar el sellado.

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